jueves, 21 de febrero de 2008

LA GRAN ESCALA NO TIENE ESCALA.


El gobierno de Aragón pretende construir en la zona de los Monegros un gran complejo de ocio que incluirá ocho casinos de gran envergadura. “Con Gran Escala queremos hacer una mezcla entre Las Vegas y Orlando” declaraban los promotores en su presentación.
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Como "reclamo para millones de turistas", la isla artificial planteada frente a la playa de la Malvarrosa en Valencia, de 1,6 millones de metros cuadrados, es una "solución tangible y previsora de las necesidades y deseos de una ciudad como Valencia", que sería autosuficiente en suministros y servicios.
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Con un nombre poco apropiado se presenta el proyecto aragonés.
La escala en estas intervenciones no existe o se distorsiona por completo. Y esto es realmente el objetivo de los promotores. No seriamos capaces de distinguir su tamaño con respecto al medio que las rodea, no somos capaces de dilucidar la altura de los techos en los casinos y nos desconcertamos al ver la pirámide de Keops frente a la torre Eiffel.

El desinterés por la integración en el entorno es flagrante, estos proyectos podrían haberse situado tanto en la luna como en Valencia.

En el proyecto Gran Escala como en el de la isla de Valencia se apela a una forma circular que engloba una sociedad que vive dentro de un mundo creado únicamente para el consumo. Lo realmente curioso es que ambos proyectos están intencionalmente construidos en una tabula rasa sin tener en cuenta ningún condicionante exterior que distraiga de lo allí se pretende.

Otra de las curiosidades es que en estos parques de atracciones para mayores normalmente se recurre a la construcción de iconos culturales (normalmente egipcios) realizados en cartón piedra.

Estas intervenciones son el fruto del desinterés por mantener el patrimonio natural de nuestro pais. El único País en el que una persona sin formación alguna puede triunfar en el mundo de la construcción empuñando el arma de la especulación más agresiva, que destruirá para las generaciones venideras los espacios más preciados.

El gasto energético que suponen intervenciones privadas de tal envergadura es tal que se necesitan modos de producción altamente contaminantes.

Estamos ante los modelos menos sostenibles que desgraciadamente podremos ver si no se toman cartas en el asunto. Son proyectos que de realizarse serán agitadores de iniciativas similares que se convertirán en un cáncer para el territorio de un país relativamente pequeño y sumamente rico en fauna y flora.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sobre la (in)sostenibilidad de Gran Scala, precisamente, escribí yo dos post en mi blog. Lo llamé Las contradicciones de Aragón. Me parece un cachondeo que primero hagan una Expo cuyo tema principal es el agua (el ahorro del agua...) y a las semanas vayan a constuir una proyecto de la envergadura de Gran Scala en pleno desierto. Ya lo digo, un cachondeo...

Susana Aparicio dijo...

Sobre este tipo de lugares tienes un par de libros muy interesantes, a saber:
- Arquitectura y turismo : percepción, representación y lugar de D. Medina Lasansky, Brian Mclaren, eds
- The Capsular Civilization
The City in the Age of Fear de Lieven de Cauter

Y si, este tipo de proyectos no tienen nada que ver con su entorno no lo pretenden, "sólo" hacen uso de él...

Un saludo

Unknown dijo...

un saludo Susana
muchas gracias por la info